miércoles, 27 de octubre de 2010

Nos hemos ido a WordPress

Hemos hecho las maletas y nos hemos llevado todas nuestras cosas: entradas, comentarios, decoración, feeds...

No queremos dejar atrás a los amigos. Así que, a partir de ahora, la nueva dirección del blog es: http://desestresandoamary.wordpress.com

Os espero.

martes, 26 de octubre de 2010

La gran evasión

Sede del HSBC en Ginebra (Foto: Efe)
Todo comenzó no se sabe bien cuándo, pero algo tuvo que ver con la libre circulación de capitales. Esa fluidez, que en principio debía convertirse en fuente y distribución de riqueza, mutó a fraude fiscal en el momento que dichos capitales dejaron de fluir para asentarse en la caja fuerte de un banco, preferiblemente de un paraíso fiscal y más preferiblemente aún si es cercano, disfruta de estabilidad política y económica y es puntual en los pagos. Hacienda acaba de recuperar migajas, 260 millones de euros, apenas un 4,3 por ciento de los más de 6.000 millones ocultados en el HSBC, con sede en Ginebra, por contribuyentes españoles que, hasta ahora, en poco o nada habían contribuido.

   La amable carta de Hacienda remitida a los defraudadores en junio (el robo de una lista por parte de un empleado del banco abrió la caja de los truenos), sólo consiguió indiferencia de los remolones. La prepotencia, ya se sabe, no entiende de sutilezas. Ha sido necesario amenazar con una investigación para que el recuerdo de Al Capone sobrevuele el skyline ginebrino y recuperar así una pírrica parte de esas fortunas hasta ahora libres de impuestos.

   Cuando se habla de productividad, el ojo excrutador mira siempre al señor trabajador que llamaba López de Arriortúa, asalariado por cuenta ajena que nada puede defraudar porque Hacienda controla hasta el más olvidado de sus ingresos anuales. Pero poco se mira la productividad de un dinero que le corresponde a Hacienda que, como muy bien tenemos aprendido, somos todos. Y menos aún se mira la productividad de unas clases adineradas, con fortunas amasadas o heredadas, pero siempre ocultas, crecidas al amparo de la globalización. Como ocurría en el cuento, prefieren guardar su tesoro en oscuras cajas de seguridad en lugar de hacerlo fluir hacia un tejido que, si es productivo, crea empleo.

lunes, 25 de octubre de 2010

Silencios y otros improperios

En ocasiones, los silencios dicen más que las palabras. Son, por ejemplo, la estrategia de Rajoy para eludir responsabilidades, ya sea sobre la crisis o sobre las vilezas verbales del alcalde de Valladolid, Javier León de la Riva, esbirro fiel de una de las plazas fuertes del PP. Cuando se está en tierras pantanosas, mejor no moverse ni hablar siquiera para no salpicarse de los fangos de otros. Aunque éste es sólo un mal menor, dado que los morritos de esta rancia oposición suelen proferir propuestas económicas y políticas deshonestas, sospechosas de lesa humanidad. Rajoy calla, y otorga, porque no se sabe la lección desde el momento en que debería oponerse a no se sabe bien qué. ¿A una política que es la que él ejecutaría también de haber estado en el Gobierno? ¿A unos exabruptos que no son otros que los que proferirían muchos de los suyos?

   El alcalde de Valladolid es la punta del iceberg. Sólo la patita que asoma de vez en cuando esta oposición camuflada de europea y con escudo de águila. Debajo, sonaban las risotadas del auditorio cómplice y, más abajo todavía, gargajos. Si el mensaje de León de la Riva iba en botijo sucio de mugre y con agua estancada, el de Eduard Punset en el I Congreso de Mentes Brillantes, celebrado en Málaga, iba en delicada vasija de cristal: “Cuando quiero decirle a una mujer que es guapa le digo que sus niveles de fluctuaciones asimétricas son inferiores a la media”. En este encuentro, sólo apto para bolsillos también brillantes, un médico, Mario Alonso Puig, dio con la respuesta a tan dispar ecuación: “Genio se nace y a imbécil se llega... Pero, ¿qué hay entre medio? El sistema educativo”. Al final va a ser eso…

domingo, 24 de octubre de 2010

Aislados

Aislados en una isla. Por un error del sistema, un virus ha infectado y ha convertido el agua, fuente de vida, en un río que distribuye la muerte allá donde pasa. Pero eso pasa allí, lejos, en una de las tierras más pobres del mundo, Haití. El cólera avanza en esa isla cada día más sola, más pequeña. Con qué facilidad olvidamos a los pobres y volvemos a mirarlos sólo si nos dan otro bofetón que nos ponga la cara roja de dolor, de vergüenza...
Las músicas de Haití son intensas y cálidas y hablan de supervivencia, de esperanza.
Manno Charlemagne - Limye The Haitian Struggle

sábado, 23 de octubre de 2010

Fosas comunes

Iraquís en la cuneta, imagen costumbrista de Irak (AP)
El poder destructor de esta mal llamada civilización encantada de conocerse y autocomplacida de sus logros científicos, muestra hoy su capacidad ilimitada para la tortura refinada, la burda masacre y, finalmente, la manipulación y el engaño. Y es que nos han fabricado un mundo a medida, donde los golpes de efecto se dosifican en grageas y el horror se descontextualiza convirtiéndolo en un caso aislado obra de un perturbado o, en el mejor de los casos, en un accidente. En esta sociedad de la información que se burla de la verdad, los poderes fácticos, esos grandes benefactores, miman a sus consumidores con cotilleos banales fáciles de digerir, que adormezcan sus conciencias en una siesta reparadora sin pesadillas.

   Si España fue entre 1936 y 1939 un fastuoso ensayo general de la II Guerra Mundial, la invasión de Irak (en busca de unas armas de destrucción masiva que sólo existían en las calenturientas cabecitas del trío de las Azores), ha sido el ensayo empírico de una mal llamada civilización enferma de poder, de avaricia, de ignorancia y, por esto mismo, de miedo y odio al otro, al desconocido. Wikileaks abre hoy las fosas de la vergüenza, al igual que seguimos haciendo aquí con las nuestras, con las de ese laboratorio a escala que nunca debió ser. Unos y otros buscamos nuestros muertos en estas fosas comunes para que nos den respuestas a lo inadmisible. Pero ellos ya no pueden hablar, así que deberíamos dárnoslas nosotros mismos, tan encantados como estamos de habernos conocido.

viernes, 22 de octubre de 2010

Normalidad

Francia tardará aún varios días en recuperar la normalidad. Pero, ¿de qué normalidad hablan? ¿La del conformismo, la de la desidia y el desencanto, quizás? Nadie es normal, aunque la masa nos iguale. Mientras, aquí el nuevo hombre fuerte del país, recuperado para dar una brizna de solvencia a un Gobierno demasiado zarandeado por la realidad, reconoce que han venido para dar confianza. Yo, desconfiada siempre por naturaleza, no me fío ya de nadie, y menos de quienes están expresamente para dar confianza, señal de que hay motivo sobre qué desconfiar. Mi bola de cristal está negra como el futuro y nada vislumbro más allá de la reforma laboral. Sólo algo de la normalidad de la que habla Sarkozy...
Aquí, ahora, aparentando normalidad para dar confianza y, mientras disimulo, recuerdo algo llamado música...


(Aquí donde estoy ni escuchar el vídeo puedo. Espero que sea lo que creo que es...)

jueves, 21 de octubre de 2010

Zapat...illas

Es otoño pero parece invierno. Por el frío, por el cielo gris, por la neblina de la mañana… Tras el catárquico día de ayer aquí, allí, éste se presentaba perfecto para la reflexión. Y en esas estaba yo, pensando-pensando en la remodelación del Gobierno de Zapatero… cuando me he topado con la foto de unas zapatillas. Han resultado ser de Bernard Madoff. Junto a otros 400 objetos personales, estas primorosas pantuflas de terciopelo negro, con sus iniciales bordadas en oro, se subastarán el lunes en el hotel Sheraton de Manhattan. ¿Y por qué no en Ebay?

No debían resultar muy cómodas: son estrechas de punta y parecen demasiado tiesas para adaptarse al pie de un hombre de su complexión. O no pasaba mucho tiempo en casa o eran simplemente un fetiche de sus juegos eróticos con el poder. Pienso en el magnate asiático que las adquirirá en la subasta a través del móvil. Pagará por ellas, pero siempre serán de Madoff, que hizo bordar sus iniciales en el empeine. Se sabrá qué pie calzaba el gran estafador y, una vez metido en sus zapatos, el nuevo propietario correrá el riesgo de sentirse poseído por una avaricia ilimitada. Pienso en que esas zapatillas, que debieron hacer feliz a Madoff aunque no fueran muy cómodas, no deben ser muy diferentes de las que gastan nuestros banqueros patrios en la intimidad de sus alcobas.

   Pienso en un reciente estudio que vuelve a la carga con que la felicidad poco o nada tiene que ver con el éxito profesional. Todo un detalle para cuatro millones de personas estas noticias pintorescas en las páginas de los diarios. Pienso, luego insisto, en que el éxito económico sí que da la felicidad, dependiendo, eso sí, de la calidad que se pretenda, porque la felicidad también se suministra en cómodos plazos con distintas calidades y precios. Pienso que Madoff, que dice sentirse feliz ahora, debe echar de menos estas zapatillas desde su celda del correccional Butner en Carolina del Norte.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Como decíamos ayer...

Éxtasis de Sta. Teresa, de Bernini
Con esta frase, Fray Luis de León retomaba sus clases en la universidad de Salamanca después de haber sido condenado a unos años en la cárcel por el Santo Oficio. Su delito: traducir a “lenguaje vulgar” el libro bíblico del Cantar de los Cantares, que si en hebreo pasaba más o menos inadvertido, en la lengua del pueblo resultaba incendiario. Ni la santa Santa Teresa de Jesús pudo resistirse, años después, al éxtasis que le producían sus versos.

   Seis siglos más tarde, muchos valientes, y otros por obligación, hacen cola en el Inem y los catedráticos de la teología predican desde sus despachos el advenimiento de una nueva religión: el Mercado y su reino todopoderoso. Lógicamente, no están por la labor de traducir a “lenguaje vulgar” los Presupuestos, la reforma laboral ni la reforma de las pensiones, Cantares de los Pesares que, como virus, eliminan la memoria de nuestro disco duro desde un simple USB.

   Nuestros representantes en la tierra, que podrían hacer una traducción más o menos coherente, no están por la labor. Pero para que no les tilden de blandos, anuncian manifestaciones y una iniciativa legislativa popular, sin ira, políticamente correcta en son de bienvenida a los recién llegados. El problema es que el Cantar de los Pesares sigue en hebreo, o arameo que para el caso…, y sólo lo entienden unos pocos monjes priores de la nueva Religión. Menos mal que existen otros dioses paganos y omniscientes.

martes, 19 de octubre de 2010

El buen vecino

Francia aborda hoy la sexta jornada de huelga, cada vez más feroz, desesperada y con más adeptos, contra la reforma de las pensiones. El objetivo se centra donde más duele: dejar la economía sin fuelle y paralizar el engranaje de la apisonadora que aplasta un estado del bienestar oxidado por falta de mantenimiento. Frente a frente: Sarkozy, que es fuerte y lo sabe. Tiene motivos. No hace mucho lo demostró a la todopoderosa Comisión Europea, ganándose el respaldo de los Veintisiete a la aparatosa y desafortunada expulsión de gitanos y, de paso, dejando malparada la credibilidad de sus oponentes.

La reforma francesa tiene previsto aprobarse mañana o el jueves. “¿Cuándo construyó Noé su arca? Antes del diluvio…” Aquí, en el piso de abajo, la protesta se hizo tres meses después, ya con el agua al cuello y ahogados en esos sentimientos tan patrios del fatalismo, el individualismo, el conformismo y el resentimiento. Pero qué esperar cuando la prohibición de los toros en Cataluña generó más debate y derramó más tinta y mala uva que la comedida huelga del 29-S que, de tan tibia, aburrió tanto a las ovejas que amenazó, durante unos días, con paralizar la producción de queso.

lunes, 18 de octubre de 2010

Necesarios

La morosidad en la banca vuelve en España a los niveles máximos de hace 14 años, y eso pese al sacrificio llevado a cabo por nuestras entidades (de las más saneadas de Europa) cerrando grifos y desahuciando a quienes no pueden pagar las abusivas hipotecas que tan inconscientemente se pidieron y tan alegremente se concedieron. Con un índice de desempleo del 20%, cada vez son menos los que pueden asumir los excesos del pasado. Pero no hay que perder el norte. Lo que se dibuja como un drama de la banca, lo es en realidad de los ciudadanos. De aquí y de allí, que la miseria no conoce fronteras.

   Muchos de los que un día dejaron atrás parte de sí y salieron en busca de un mundo más justo encuentran ahora en este país de sombras oblicuas poco más que desesperación. El espejismo de una vida más próspera se desvanece con la misma rapidez que estalla en el aire una burbuja vacía al contacto con la realidad.

   “Pues que se vayan, no los necesitamos” es la letra del hilo musical de aeropuertos y estaciones de tren con rutas internacionales. Pero sí los necesitamos, y mucho. España tiene ahora unos ocho millones de pensionistas. En 2025, está previsto que lleguen a 15 millones, algo que hará insostenible el actual sistema de pensiones y el estado del bienestar a la noruega que nos dijeron que era posible. A eso hay que añadir que el consumo sanitario se disparará, dado que nuestros futuros pensionistas no tienen en agenda ni morirse en cuanto se jubilen ni irse a vivir a un entorno inasequible a sus bolsillos.

   La solución pasa porque el número de trabajadores, con sus correspondientes contribuciones a la Seguridad Social, crezca en unos siete millones de personas, calculan los expertos. Pero si el país sigue tan estéril en procreación como en ideas, 4,5 millones deberán venir de fuera porque aquí el susto financiero ha vueto a bajar la tasa de natalidad a 1,07 niños por cada cien habitantes. Así que no sólo son necesarios, sino que forman parte de nuestro futuro y nuestros deberes para los próximos años es garantizárselo también a ellos. Lo llaman multiculturalidad y va más allá de los bailes regionales.