jueves, 3 de septiembre de 2009

El país de las sombras

El país de las sombras es territorio abonado para los cortos de miras, para los que ponen sus aspiraciones en el corto plazo y para aquellos ciegos, que nunca las van a ver venir. En el país de las sombras, no hay perfiles y cada objeto, cada intención, deseo, avatar se desdibuja confundiéndose en una mueca extraña con el resto. La estrategia competitiva, que propició años de bonanza en el pasado, se sustituye entonces con parches y los deseos zozobran en un mar negro y espeso.
En el país de las sombras, las cosas dejan de parecer lo que son y dejan de ser lo que parecen. Cuando llega ese momento, los empresarios, con el lícito objetivo de mantener su margen de beneficios, despiden a personas que han invertido tiempo y ganas en su proyecto y ahora, en las sombras, nadie ve el esfuerzo realizado por unos y otros. Al tiempo, pretenden que otras personas, hasta entonces también trabajadoras de otras empresas, a las que otros empresarios les han pagado con esa misma moneda, adquieran sus productos, bienes, ideas o servicios. Es la paradoja de las sombras.
En el país de las sombras, el miedo lo invade todo...

jueves, 6 de agosto de 2009

La bala

Todo comienza cuando Mary sale despedida. El fuerte estruendo en sus oídos le dice que su velocidad supera la del sonido en esos momentos. Pum! Y fuera… El viento deformando sus facciones, su expresión asombrada. Inconscientemente, Mary pega sus brazos al tronco, lo vió en el circo, cuando asistía a la súbita aparición del hombre bala en el escenario, saliendo de la boca de un cañón. “Se hace así”, piensa ella también a la velocidad del sonido. Pero tampoco puede hacer otra cosa aunque lo intente, tanta es la velocidad. Sobrevuela campos de algodón, de trigo, interminables llanuras y suaves colinas. Al fondo, pero cada vez más cerca, se extiende la gran explanada, un octógono casi perfecto, brillante como una piedra preciosa. El campo de cristales… “Espero no caer allí” y se da un impulso imperceptible, esconde la cabeza para ganar aerodinámica y cierra los ojos para desafiar con todas sus fuerzas la ley de la gravedad, que le empieza a devolver hacia abajo, abajo, abajo… Me dicen que despegue los brazos y me coja a una nube. Así lo haré!

lunes, 3 de agosto de 2009

Días extraños

Días extraños se avecinan. La incertidumbre, el miedo, casi pánico irracional... unido a la falta de expectativas convierten los tiempos que se avecinan en un monstruo feroz, con sus fauces abiertas y sus colmillos puntiagudos listos para el festín. La selección natural ha empezado y los débiles no sobrevivirán a los próximos meses. Una especie más en extinción. Mientras, ajenos a la tragedia que se avecina, absortos nos miramos el ombligo.
El ombligo. Sí…, nos miramos el ombligo porque nos reconforta. El ombligo, ahora una mueca grotesca, una cicatriz retorcida, fue en un principio un nexo con la vida. A través de él, nos llegó en su día el alimento, la sangre que fluía por nuestras arterias y órganos todavía sin formar, y abrió paso al ADN que nos hace ser tal y como somos ahora. Y ahora volvemos a él, autocompadeciéndonos y complaciéndonos al mismo tiempo de nosotros mismos, de nuestros logros y miserias. Creo firmemente que deberíamos volver la mirada al exterior, aunque no entendamos nada de lo que sucede a nuestro alrededor. Es sólo cuestión de hacer un esfuerzo de comprensión y todo será más fácil.

viernes, 31 de julio de 2009

Tranquila, Mary...

Tranquila Mary, que no hay mal que cien años dure... ni cuerpo que lo aguante. Eso, al menos, es lo que dicen los expertos en cuerpos, males y años... Deja de lamerte las heridas, porque entonces las tiritas no se adhieren y pierden su razón de ser. Arráncatelas, y deja que el sol y el tórrido aire del verano hagan su labor de cicatrización. Luego apenas quedan señales.
Deja que tus heridas salgan a la luz, y hazlo tú también con ellas. Sólo así serás una de las primeras en sentir la brisa, ya más fresca y reparadora, del otoño. ¿Que en otoño caen las hojas?... Pues que caigan y que cubran el asfalto gris de la ciudad. ¿Que se hace antes de noche? Pues aprovéchala también.
Ánimos, Mary!