viernes, 24 de septiembre de 2010

Un buen asiento en patera

Patera cerca de las costas de Tarifa (Foto: Efe)
Corea del Sur acaba de hacer pública su invitación a España para que asista a la próxima reunión del G-20, que se celebrará en Seúl el 11 y 12 de noviembre. Es la quinta vez que va como invitada  a este encuentro, que reúne los 20 países más industrializados del mundo y emergentes. Junto a España también han sido invitados Etiopía y Malawi "para reforzar la representación de la región africana". El colorido, que tanto gusta en estas reuniones internacionales, queda asegurado.

   Hace dos años, en Washington, Bush obvió a España de la agenda de esta cita internacional. Entonces, Sarkozy, el francés charmant de amplia proyección internacional, cedió a España uno de los dos asientos que le correspondían, como presidente de turno de la Unión Europea, miembro del G-8 y buen vecino.

   España, escasamente productiva y cada vez menos industrializada, va rezagada en competitividad a nivel internacional y lleva años excluida de los párrafos centrales, y recluida a los márgenes en anotaciones de última hora, en las invitaciones de estas fastuosas citas. Industrializados e influentes quizás no, pero agradecidos lo somos y mucho. Ahora Sarkozy expulsa a los gitanos rumanos de sus fronteras y se enfrenta al tótem comunitario, y España, memoria histórica en ristre, apoya y aplaude. Todo sea por un asiento junto a los grandes y para no tener que llegar en patera a las costas de los anfitriones más influyentes.