Mi bandera |
Hoy, por ser hoy, algunos vecinos de enfrente han sacado la senyera a tomar el fresco. Pero desde que la excelsa selección ganara el Mundial de fútbol, una enorme bandera rojigualda ondea enfrente en una pequeña casa a pocos metros, con mástil instalado para la ocasión incluido. Y ahí sigue, más desteñida pero igual de desafiante. Las dos con los mismos colores. Es simple cuestión de gruesos.