Un instante apenas y todo habrá acabado. En la verja electrificada, cada gota de agua es vida todavía. Insignificante dueña de su historia particular. Cuando el sol se levante será demasiado tarde y todas y cada una de ellas acatarán la ley y caerán al vacío. Lluvia ácida, lágrimas amargas de esta frontera artificial que corta el paisaje y nos separa del deseo. Dentro de una de estas pequeñas gotas, Diva Divina se ha enamorado del hombre bala... pero él no lo sabe.
No es fácil mantener un blog
Hace 5 años