viernes, 31 de julio de 2009

Tranquila, Mary...

Tranquila Mary, que no hay mal que cien años dure... ni cuerpo que lo aguante. Eso, al menos, es lo que dicen los expertos en cuerpos, males y años... Deja de lamerte las heridas, porque entonces las tiritas no se adhieren y pierden su razón de ser. Arráncatelas, y deja que el sol y el tórrido aire del verano hagan su labor de cicatrización. Luego apenas quedan señales.
Deja que tus heridas salgan a la luz, y hazlo tú también con ellas. Sólo así serás una de las primeras en sentir la brisa, ya más fresca y reparadora, del otoño. ¿Que en otoño caen las hojas?... Pues que caigan y que cubran el asfalto gris de la ciudad. ¿Que se hace antes de noche? Pues aprovéchala también.
Ánimos, Mary!

2 comentarios:

  1. ¡Ánimos! Increíble... sabía que eras buenísima!

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  2. Así se hace!!!!!! que al igual que la Pantoja te debes a tu público, ole!!!!

    Marta

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